Los pequeños pasos de una gran comisión

por | Abr 20, 2017 | Fe | 0 Comentarios

Cuando escuchamos de hacer discípulos muchas veces nos frustramos. Entendemos la importancia y centralidad de esta instrucción de Jesús, pero muchas veces no sabemos cómo vivirla en nuestras vidas. La gran pregunta es ¿Cómo lo hacemos?

Tal vez nos sentimos identificados con algunos de estos ejemplos:

  • Andrea es estudiante. Ella está segura de que Dios la va a usar después que termine la universidad. Está emocionada acerca de esta perspectiva. Sin embargo, ya que ella está convencida de que su misión real va a comenzar cuando termine la universidad ella no está pensando de que Dios puede actuar a través de ella ahora, excepto en algún tipo de conversaciones que ella llama “evangelísticas”
  • Sebastián trabaja en una empresa. Está aburrido, frustrado y ha estado orando por un nuevo trabajo hace dos años. Él quiere servir a Dios (en algo así como lo hace un «líder de alabanza») Él piensa que su misión debe estar en algún otro lugar y ya que cree esto, no está pensando realmente acerca de cómo podría ser fructífero en en su lugar actual.
  • Hortensia está cercana a los 60 años y participa de su iglesia local. Ella ha sufrido de artritis por casi 30 años y eso ha limitado su autoconfianza. Por un largo periodo de tiempo ha requerido de sesiones de hidroterapia en la piscina cercana a su edificio para tratar su enfermedad. Ella no ha pensando realmente acerca de cómo Dios podría trabajar a través de ella.

Todos ellos están en distintas etapas de vida, en distintos trabajos y en diversas circunstancias. Todos quieren servir a Dios pero a la vez todos piensan que NO tienen un “campo de acción” donde pueden ser fructíferos en la misión.

Sin embargo todos tenemos un “Campo de acción” donde podemos comenzar a dar pequeños pasos para hacer discípulos de Jesús y dar fruto.

[bctt tweet=»Todos tenemos un “Campo de acción” donde hacer discípulos de Jesús y dar fruto» username=»@alepooley»]

Definiremos “Campo de acción” como: el lugar o momento donde compartimos de manera más o menos regular con gente que no conoce a Jesús.

Tal vez tú piensas que no tienes un lugar como este… pero piénsalo nuevamente: ¿Cuál es el lugar o momento donde te encuentras con personas que no conocen a Jesús? Puede ser tu trabajo, lugar de estudio, negocio del barrio, centro deportivo, supermercado, paseando a tu perro, etc.

Ese es tu campo de acción. Y es ahí donde puedes comenzar a dar pequeños pasos en la gran comisión de Jesús. Ser discípulos de Jesús (en palabras sencillas) es ser y hacer como Jesús en dónde estemos. ¿Te has preguntado qué haría Jesús en el lugar o momento donde estás hoy?

Mark Green, director de LICC, nos comparte seis formas por medio de las cuáles podemos ser más fructíferos en los lugares donde Dios nos ha colocado:

  1. Modelando el carácter de Dios: Es decir vivir el Fruto del Espíritu Santo donde estés.
  2. Haciendo un buen trabajo: Dedicara Dios todo lo que hacemos en nuestra labor diaria.
  3. Ministrando Gracia y amor: Ser amables en cada momento que podamos.
  4. Moldeando una cultura distinta: Cooperar en construir una cultura en nuestro medio que refleje el carácter de Jesús.
  5. Siendo portavoz de la verdad y justicia: Dios ama la justicia y le gusta verla aplicada. Eso estamos llamados a hacer en nuestro campo de acción.
  6. Siendo un mensajero del evangelio: Cuando sea posible, comunicar la razón de la esperanza que te ha transformado.

Volvamos a nuestros amigos Andrea, Sebastián y Hortensia.

  • Andrea: Un día como cualquier otro, descubre que Dios podría trabajar en y a través de ella de varias maneras en la universidad. Esto lo puede hacer en sus clásicas «conversaciones evangelísticas”, pero también cuando participa de seminarios, por medio de ensayos que escribe en el boletín universitario, compartiendo sus apuntes o buscando formas creativas de ayudar a un amigo a conseguir las materias que el realmente necesitaba…
  • Un día, Sebastián se da cuenta que si Dios no le da a él un nuevo trabajo, debe ser porque Dios quiere algo justamente en el lugar donde está. El comienza a explorar esa perspectiva. Comienza con pequeños pasos tales como llegar un poco más temprano a su puesto de trabajo y buscando maneras de bendecir y ayudar a las personas que lo rodean. También intenta ser más amigable con sus colegas y se propone el plan de orar por las necesidades de sus compañeros de trabajo. Cuando puede, se los comparte a ellos con un simple «estoy orando por ti». Con el tiempo comienza a ver como Dios actúa y abre algunas puertas…
  • Un día, Hortensia se da cuenta de que ella sí tiene un “campo de acción”, un lugar de ministerio y misión. Ese lugar es la piscina de hidroterapia. Ahí hay personas que ha conocido por muchos años. Personas con las que tiene algo muy significativo en común: una enfermedad. Con esta gente ¡inclusive ha estado en la misma piscina! Hortensia ha sido singularmente dotada por Dios para alcanzarles. Su enfermedad ya no le hace más una víctima; le da un ministerio.

Para terminar, te quiero dejar unas preguntas:

  • ¿Cuál es tu “campo de acción”? ¿En que maneras tú YA has visto a Dios actuando ahí? ¿Cuáles son los desafíos particulares en ese lugar?
  • ¿En cuál(es) de las 6 formas para ser fructífero te sientes más fuerte? ¿En cuál aún tienes espacio para crecer?
  • Cierra un momento tus ojos e imagina a Jesús caminando contigo en tu “Campo de acción” ¿Qué pequeños pasos te indicaría que hay que hacer ahí?

Escrito por alepooley

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