Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos,especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna. Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador, pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad. Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien dio su vida como rescate por todos.
Estamos en un mes importante en Chile. Además de celebrar nuestras fiestas patrias nos acercamos a fechas que nos recuerdan momentos que han separado a los chilenos por décadas. Por otro lado en los últimos días hemos visto sucesos de violencia que traen temor, rabia y un sentido de impotencia.
Ligado a lo anterior me pregunto que estamos haciendo como cristianos. ¿Cuál debe ser nuestro rol dentro de nuestro país y sobre todo cuando observamos hechos como éstos?.
Creo que desde la mirada bíblica queda claro que como cristianos debemos tener una actitud profética de denuncia frente a las injusticias sociales. Mantenerse fuera de la esfera de opinión y acción no es una opción ya que la paz que se nos enseña a través de la Biblia y por medio del evangelio es una paz activa, no pasiva.
Muchas veces hemos malentendido en que consiste la acción real de la iglesia y descuidado la labor que nos enseña Pablo a través de su carta a Timoteo: «Orar por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna» (v2)
Creemos que para orar por alguien debemos estar de acuerdo con su postura política o tipo de gobierno. Esto no es lo que nos dice la palabra. Simplemente se nos llama a orar (por todos) pero especialmente por aquellos que ejercen un rol de autoridad sobe nosotros.
Últimamente la opinión política en Chile ha retomado fuerza. Los cristianos no han quedado fuera de eso. Sin embargo, muchas veces veo que las opiniones políticas de creyentes están altamente teñidas de ideologías que sobrepasan o silencian la visión del evangelio. La Biblia nos insta a orar por las autoridades para que como fruto de esta oración exista paz tranquilidad, una vida piadosa (devoción) y justa (digna). Este es nuestro enfoque de oración: el bien, la bendición y la justicia en nuestra tierra. No la promoción (o no) de banderas políticas.
Es interesante porque Pablo llama a orar por las autoridades romanas que en sus vidas y formas religiosas se oponían directamente a los valores del evangelio. ¿cómo puede ser esto? Lo que sucede es que Pablo comprende que todo gobierno en la tierra, finalmente depende de Dios (leer Romanos 13:1-2) y por esto la el poder de la oración por las autoridades adquiere otro sentido.
Muchas veces las ideologías partidistas o de cualquier tipo se pueden transformar en ídolos que llevan a las personas a entregar sus vidas por causas que son distintas (y a veces contrarias) a las que Jesús nos enseña en su evangelio.
Me pregunto, ¿qué esta pasando con nuestra iglesia en Chile? ¿Será que estamos demasiado ocupados nuevamente en nuestro metro cuadrado de acción y no estamos ejerciendo el rol de intercesores por la paz de nuestra nación?
Por otro lado no se trata de organizar eventos de oración (aunque si puedan hacer) o realizar oraciones «políticas» (que abundan en el último tiempo). Se trata de tomar con seriedad el rol de pacificadores que tenemos bajo nuestra responsabilidad por medio de la oración intercesora.
La buena noticia es que nunca es tarde para comenzar.
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